Los ajos son uno de los alimentos que más tiempo aguantan en perfecto estado. Siempre que los almacenemos teniendo en cuenta una serie de consideraciones. Y, aunque es muy sencillo mantener nuestros ajos en buen estado, hoy vamos a ver cuánto duran; y cómo saber si nuestro ajo está en mal estado o se ha echado a perder.
El ajo es un ingrediente fundamental en nuestra gastronomía; al igual que en muchísimas otras al rededor del mundo. Y es que es un ingrediente con siglos de historia, que además, cuenta con muchísimas propiedades medicinales. ¿Conoces todos los beneficios del ajo? Pero, muchas veces, al ser un alimento que aguanta tanto tiempo, podemos olvidarnos de cuándo los compramos, o dudar sobre si estarán en buen estado o no. Pero esto podemos solucionarlo conociendo cuánto duran los ajos en buen estado; y, simplemente mirando los ajos y fijándonos en unos pocos detalles, podremos determinar si el ajo está en buen estado o no.
¿Cuánto duran los ajos?
Una cabeza de ajo bien conservada puede aguantar hasta dos meses. Siempre que esté entera. Una vez abierta, deberemos consumirla entre una semana y diez días.
Cómo guardar los ajos
Para que nuestros ajos aguanten en perfecto estado hasta dos meses, o incluso un tiempo mayor, hemos de conservarlos siguiendo unas sencillas indicaciones. Y es tan fácil como guardarlos en un lugar fresco y seco. Pero siempre a temperatura ambiente.
Es muy importante evitar en todo momento que, el lugar donde guardamos los ajos, sea húmedo; al igual que tenemos que alejarlos de la luz solar. Pues de esta forma se nos echarían a perder muy rápido. También debemos evitar los cambios bruscos de temperatura.
Y si no los hemos consumido a tiempo, ¿Cómo saber si el ajo está en mal estado?
Si tenemos los ajos en la despensa por demasiado tiempo, no te preocupes si no recuerdas cuando los compraste. Pues saber si un ajo está en mal estado es una tarea muy sencilla. Lo veremos a simple vista (o puede que lo olamos) si nos fijamos en unos sencillos detalles:
Al tacto está demasiado blando
Si hemos llegado a este punto y notamos los ajos demasiado blandos, es muy probable que antes incluso nos haya llamado la atención su fuerte olor. Y si huelen demasiado fuerte y ácido, ni siquiera te molestes en abrirlos. Tíralos directamente, pues no son aptos para el consumo.
También notaremos que están demasiado blandos. Esto puede darse porque hemos guardado los ajos en un lugar demasiado húmedo y han comenzado a pudrirse. Incluso puede que lleguemos a observar moho en algunas zonas.
Cuando el ajo tenga un fuerte olor, esté blando al tacto, o incluso observes moho, simplemente tira la cabeza completa. No mires si algún ajo estuviera en buen estado, pues, aunque a simple vista no veamos moho, puede haberse expandido a toda la cabeza y ser perjudicial para nuestra salud. Es mejor no arriesgar y tirar toda la cabeza de ajo.
Si tiene manchas negras, tanto en el interior como en el exterior.
En este caso no será necesario deshaceros de la cabeza completa. Bastará con retirar los dientes que tienen estas manchas. El resto, está en buen estado.
Si, una vez pelado, vemos que está demasiado seco y con un tono amarillento
Puede que nos parezca que el ajo está en buen estado. Está firme al tacto y no tiene ningún tipo de manchas. Pero, al pelarlo, encontramos que el diente de ajo está demasiado seco y con un tono más amarillo de lo normal.
Si observamos esto en nuestros ajos es que llevan demasiado tiempo en la despensa y se están pasando. Deshazte de todos los ajos que estén demasiado secos.
En definitiva, lo primero que haremos cuando queramos utilizar un ajo que no recordamos el tiempo que lleva en la despensa, será olerlo. Los ajos en buen estado tienen ese aroma tan característico. Además, nos fijaremos en que no tenga manchas de ningún tipo, tanto por fuera como por dentro.
Si el ajo no huele mal, tiene una textura tersa, y no presenciamos manchas de ningún tipo, está en buen estado y podemos consumirlo sin problema.
Y ahora que ya hemos visto cuánto duran los ajos, y cómo saber si el ajo está en mal estado, podremos consumirlos sin ningún problema ni riesgo. Es muy sencillo mantener nuestros ajos en buen estado en la despensa, o en cualquier otro lugar de la nevera. Siempre protegidos de la luz solar y de la humedad.
Por lo que podremos hacer nuestras recetas favoritas con ajo sin ningún problema, como las clásicas sopas de ajo o este riquísimo paté de ajo.
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