Aunque de cara a la Navidad todos los años suben los precios de los alimentos, lo de este año nada tiene que ver con estas fiestas. La subida de precios generalizada, la escasez de multitud de productos y la complicada situación económica que ha provocado la pandemia nos presentan unos difíciles meses. Y a todo ello tenemos que sumar también la continuada subida de precios de los alimentos que llevamos viendo ya un tiempo.
La subida de precios de los alimentos, cada vez más notable
A las puertas de la Navidad todos los años notamos la subida de precios de ciertos alimentos. Sobre todo de los más típicos de estas fechas, como algunas carnes o el marisco. Pero este año la subida de precios de los alimentos ha comenzado antes de tiempo. Ya en noviembre fue notable esta subida, atribuida entonces a la inflación de nuestro país, que por entonces llegaba hasta un 5,5%. Datos que no vemos desde hace 26 años.
Y todo apunta a que no se trata de algo temporal, y que nada tiene que ver con esta festividad; pues se prevé que esta subida continué hasta 2022. según la portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, esta subida no cesará hasta la primavera de 2022; según sus previsiones.
Incluso lo notaremos en los productos más básicos. Pues incluso las verduras llevan ya varias semanas con precios a la alza. Por ejemplo, el calabacín ha aumentado su precio hasta en un 30%, seguido de otras frutas y verduras como los tomates y la lechuga.
La carne ha sido otro de los más perjudicados por la subida que, a rasgos generales ha aumentado su precio hasta un 60%. Pero, ¿a qué se debe realmente esta subida?
La subida de precios de los alimentos, causa de la subida del precio de la luz
Muchos son los que atribuyen esta subida de precios al elevadísimo coste de la energía. En concreto la luz, que como todos sabemos, ha sufrido los últimos meses su mayor subida en la historia. Llegando, en precios reales, a costar más de 500%. También lo achacan a la subida de los carburantes; que, al ser una subida mantenida en el tiempo, se repercute en el precio final al consumidor. Todo ello nos deja un desalentador panorama para muchas familias y negocios que, tras la pandemia, ya vienen sufriendo graves problemas económicos.
Otro gran golpe a la hostelería
Este escenario, que se presenta a largo plazo, traerá consecuencias muy negativas para todos. Pero sin duda, los más perjudicados vuelven a ser los bares y restaurantes. Muchos de los cuales, que han conseguido seguir abiertos tras las restricciones sufridas, piensan en echar el cierre debido a la subida de precios de los alimentos, entre otros. No pueden mantener sus negocios debido a la elevada inflación que sufrimos, y, la clientela también se reduce.
Esperemos que las previsiones de la OCU sean acertadas y, esta situación comience a cambiar a partir de la primavera del 2022.
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