Bajo el nombre científico beta vulgaris, la acelga, es la tercera verdura con mayor valor nutricional. A pesar de haber descendido su consumo, y aun hoy en día continuar con el estigma que le atribuyó ser una humilde verdura, las acelgas deberían ser un imprescindible en nuestras cocinas. Pues, además de ser un alimento muy versátil, cuenta con importantes aportes vitamínicos. A la vez, es un gran aliado, tanto para nuestra salud como para nuestra figura. Si queréis conocer más sobre este magnífico alimento acompáñanos a conocer a fondo las acelgas desde sus orígenes hasta su temporada óptima y algunos consejos si quieres cultivarla tú mismo.
Y, aunque es una verdura de sobra conocida, empecemos por el principio, ¿Qué es la acelga?
Qué son las Acelgas, una importante verdura de hoja verde
Las acelgas, beta vulgaris var. cicla, son de las verduras de hoja verde más nutritivas.
Se trata de una planta herbácea bienal, es decir, que florece en el segundo año de su cultivo. Aunque las acelgas se cultivan como planta anual, pues lo que se aprovecha de ellas son sus hojas. Son de la misma especie que la remolacha o la espinaca.
Es una especie nativa de Europa que crece de forma espontánea en la región mediterránea, donde según se cree, tuvo su origen, como veremos más adelante.
Lleva siglos utilizándose, tanto en la alimentación humana como para el ganado. Y, desde siempre, se ha tratado de una verdura muy económica. Siempre asociada a las clases más humildes.
Características
Cada planta de acelga se compone de varias hojas de gran tamaño (en la edad adulta). Las cuales están unidas en su base por el peciolo, más conocido como penca, normalmente de color blanco. Las hojas son entre verde claro y oscuro dependiendo de la variedad. Aunque también podemos encontrar variedades con hojas muy oscuras, casi negras, al igual que las acelgas con las pencas rojizas, también dependiendo de la variedad.
Las acelgas suelen recogerse cuando se aproximan al kilo de peso. En el momento en el que sus hojas llegan a medir entre 20 y 30 centímetros de largo es el momento óptimo para su consumo.
Respecto a su sabor, aunque es una verdura muy saludable, no es de las más apreciadas para los menos amantes de los vegetales. Cuenta con un sabor muy parecido al de las espinacas; las pencas son muy carnosas y tienen con un sabor más suave. De hecho, con las pencas, encontramos recetas deliciosas que gustarán incluso a los más pequeños.
Origen e Historia de las Acelgas
Aunque bien es cierto que es una tarea muy compleja llegar al origen de un vegetal, sobre todo cuando es una planta silvestre con siglos y siglos de historia, vamos a intentar llegar a los comienzos de su inclusión en nuestra dieta.
Las acelgas se originaron, de manera silvestre, en el norte y el sur de África. Zonas bañadas por el Mar Mediterráneo. Un importante detalle, ya que hace que el clima sea más favorable al crecimiento de este vegetal, que necesita temperaturas templadas y no tolera los cambios bruscos de temperatura.
Se cree que la variedad cicla de la acelga se originó debido a una hibridación a partir de otra especie conocida como beta marítima o acelga silvestre.
Los comienzos de su consumo
Encontramos referencias escritas que datan el consumo de la acelga en el año 500 a. C. Ya por aquel entonces, era un alimento básico tanto para el hombre como para los animales.
La acelga formaba parte de la dieta de la cultura griega, romana, egipcia… Pero no solo era utilizada como alimento, sino también por sus numerosas cualidades medicinales.
Aunque hay quienes sostienen que las primeras acelgas se cultivaron en el año 600 a.C., numerosos estudios lo datan sin embargo en la Edad Media. Por entonces, se consumía tanto la hoja como las raíces.
Sin embargo, dejó de ser un alimento apreciado para pasar a ser un alimento asociado a las clases bajas. Lo cual hacía que la gente con alto poder adquisitivo no quisiera consumir este vegetal. Esto era debido a que era un importante alimento para el ganado.
Tras su cultivo, comienza su expansión por el mundo
Tras dominar su cultivo en la Edad Media este alimento comenzó a expandirse por el resto del mundo. Llegó a Estados Unidos alrededor del año 1800. También se expandió por Asia, donde junto a América tuvo una gran aceptación y una importante inclusión en las gastronomías de estas zonas.
Beneficios y propiedades
Aunque ya vimos todos los beneficios y propiedades que las acelgas nos aportan, vamos a ver un breve resumen de todas sus cualidades.
Desde hace siglos las acelgas se consumen debido a sus propiedades medicinales, además de los nutrientes, vitaminas y minerales que nos aportan.
En la actualidad es muy utilizada en dietas depurativas y diuréticas. Así como en dietas de adelgazamiento, pues cuentan con muy pocas calorías, (tan solo 19 Kcal por cada 100 g) a la vez que ayudan a desintoxicar nuestro organismo.
¿Sabías que la acelga es la tercera especie hortícola mejor apreciada por su valor nutricional? Y es que este vegetal es uno de los que cuentan con un mayor aporte vitamínico y de nutrientes.
- Cuenta con un alto aporte de fibra dietética. Imprescindible para controlar los niveles de colesterol y los triglicéridos en sangre. También nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal a la vez que favorece nuestra digestión.
- Nos aporta vitamina K y calcio. Los componentes fundamentales para mantener un sistema óseo fuerte y saludable. Lo cual reduce el riesgo de sufrir problemas relacionados con los huesos, como por ejemplo fracturas u osteoporosis.
- Otro de los beneficios de las acelgas es que ayuda a nuestro organismo a no perder los minerales que consumimos.
- También nos ayuda a tener una buena salud cardiovascular gracias a su aporte de potasio. Lo cual, también se traduce en una correcta presión arterial.
- Pero además de todo lo anterior, las acelgas tienen un efecto antioxidante, son buenas para la piel, cuentan con respecto diurético, desintoxicante…
Con tantísimas propiedades, ¿Quién no querría incluirlas en su dieta?
¿Las acelgas tienen contraindicaciones? ¿Quién no debe consumirlas?
Aunque bien es cierto que en la mayoría de los casos no cuentan con ninguna contraindicación; y, la mayoría de las personas las toleran, existen unos pocos casos en los que su consumo no es recomendable; o incluso debe suprimirse. Vamos a ver cuáles son:
- Todas aquellas personas que sufran intolerancia a las acelgas, alergias o algunas enfermedades digestivas que impidan o limiten el consumo de este alimento.
- También quienes tengan cálculos renales o sufran gota. Pues, el ácido oxálico de las acelgas puede empeorar estas dos dolencias.
- Debido al aporte de vitamina K que contiene la acelga, la cual tiene un efecto coagulante de la sangre, es preferible que limiten o eviten su consumo aquellas personas que tomen medicamentos anticoagulantes.
- Y, para terminar, no se deben incluir las acelgas en la alimentación de los bebés que tengan menos de un año.
Esto es debido a la gran cantidad de nitratos que contienen, los cuales no son recomendables a tan corta edad, pues pueden provocar el conocido como síndrome del bebé azul.
En la Huerta
Cómo y cuándo se cultivan las acelgas
Las acelgas son un cultivo muy socorrido y sencillo. Tanto si contamos con nuestra propia huerta como si tenemos un pequeño espacio en la terraza, podremos degustar nuestras propias acelgas, cultivadas por nosotros mismos. Pues podemos plantarlas en tierra o bien en maceta.
Pero para que nuestras acelgas lleguen a buen puerto, hemos de tener en cuenta algunos aspectos. Lo principal será saber si vamos a cultivar nuestras acelgas en maceta o en tierra. Al igual que distinguir si vamos a germinar nuestras propias semillas o vamos a partir de platones. Vamos a verlo con detalle:
Antes de comenzar
Lo bueno de este cultivo es su rusticidad. Pues es una planta con una gran capacidad de adaptación, por lo que es ideal para principiantes en este tema.
Aguanta muy bien diferentes tipos de climas, o condiciones adversas.
Y, aunque es un cultivo de siembra directa, es decir, que se planta directamente en el lugar definitivo donde van a desarrollar, también podemos partir de plantones, o bien germinar las semillas en semilleros.
Tanto si optamos por siembra directa, como si posteriormente trasplantados nuestros plantones bien porque los hemos comprado ya crecidos o bien porque hemos terminado nuestras propias semillas, los trasplantaremos dejando un espacio entre ellos de unos 50×30 cm. Si hemos realizado siembra directa, aclararemos los brotes para que tengan entre ellos el espacio que comentamos anteriormente.
*Cuando hablamos de aclarar los brotes, nos referimos a quitar los brotes que han terminado de más. Cuando plantamos cualquier cosa, no ponemos una semilla en cada espacio, sino varias, para así asegurar el éxito de la germinación. Por ello, todos los que hay de más, hay que retirarlos, para dejar el espacio anteriormente recomendado.
Cuando plantar acelgas
Como comentamos anteriormente, las acelgas tienen una gran capacidad de adaptación. Pero en climas fríos, el mejor momento para plantarlas es entre marzo y octubre. Sin embargo, en climas cálidos podemos sembrarlas en cualquier momento.
Una gran ventaja de este cultivo es su amplio calendario. Por lo que podemos plantar nuestras acelgas de forma escalonada y tenerlas listas prácticamente durante todo el año.
Tierra, Riego y Clima
En cuanto a la tierra, requieren un lugar profundo, pues sus raíces son amplias. También requieren un terreno rico en materia orgánica, y bien mullido.
Crece mejor en suelos arcillosos, y no tolera los suelos ácidos.
Respecto al riego, debemos mantener la humedad del suelo, realizando riegos regulares pero ligeros, para no encharcar en exceso la tierra.
Y, respecto al clima, debemos protegerla de temperaturas que bajen de los 5°C, pues a partir de ahí las acelgas dejarán de crecer. Por debajo de los -5°C las hojas se congelan, lo que hará que las hojas se echen a perder.
Acelgas desde semillas
Si optamos por germinar nuestras propias semillas de acelgas, lo mejor es hacerlo media te siembra directa, como comentamos antes. Sin embargo, también podemos hacerlo con semilleros.
Utiliza un buen sustrato, y realiza la germinación en semilleros de turba. Añade varias semillas en cada semillero para que germine al menos una. Si salen varias, retira los brotes sobrantes.
Realicemos la siembra en semillero o no, el proceso será el mismo, solo que si hacemos siembra directa después habrá que aclarar los brotes que salgan de más.
Entierra las semillas a una profundidad aproximada del doble del tamaño de la semilla. Y verás que, en apenas 10 días, ya comenzará a haber brotes.
Como trasplantar plantones de acelgas
Si en lugar de semillas compramos plantones de acelgas, esto es, la planta ya germinada y con cierto tamaño; los trasplantaremos en su lugar definitivo manteniendo las distancias que recomendamos anteriormente.
Cuando los plantones tengan entre 10 y 15 cm, o cuando la planta cuente con unas 6 ó 7 hojas, será el momento de plantarlas en su lugar definitivo. Este mismo paso es el que seguiremos si hemos optado por germinar nuestras semillas en semilleros.
Como cultivar acelgas en macetas, en una terraza o un jardín
Si en lugar de huerto o un terreno disponemos de una terraza o jardín, no tenemos por qué renunciar a nuestras acelgas. Igualmente podremos plantarlas en macetas o mesas de cultivo.
Este vegetal alcanza un tamaño considerable, por lo que, si las plantamos en mesas de cultivo, o jardineras, dejaremos un espacio entre una y otra de unos 30-40 cm.
Si utilizamos macetas, éstas deberán tener al menos 22 litros de capacidad.
Según el calendario lunar
Seguramente hayas oído que la luna afecta a los cultivos. De la misma forma que se tiene en cuenta para podar o recoger ciertas cosechas, también la tenemos en cuenta para plantar o trasplantar. Pues muchos consideramos que puede ejercer gran influencia en nuestras plantas (si ejerce influencia sobre las mareas del mar, imaginad lo que puede influir en las plantas).
Y en el caso de las acelgas, lo mejor es plantarlas en luna creciente, como otros vegetales que crecen en la superficie.
Sin embargo, para el trasplante si hemos comprado plantones o hemos germinado nuestra semilla en semilleros, lo haremos en cuarto menguante. Pues de esta forma echará raíces más rápido y de mayor tamaño.
Otros cuidados
Para que nuestras plantas crezcan y podamos llegar al momento de la recolección, es necesario darles ciertos cuidados. Por ejemplo, mantenerlas limpias es básico. Con ello nos referimos a retirar siempre cada hoja que comience a amarillear o que tenga cualquier tipo de enfermedad. Así evitamos lo antes posible que se pase al resto de la planta.
Cómo abonar las acelgas
Para que crezcan aún más, y de forma más rápida, mantener un suelo rico en nutrientes para nuestras plantas es fundamental.
Por ello, abonar nuestro huerto de vez en cuando es una tarea indispensable.
Y, el mejor abono para las acelgas es el que sea rico en nitrógeno y potasio. Podemos echarlo a la tierra cada diez días aproximadamente.
También podemos añadir humus de lombriz, pues, cuanto más abonado este el suelo, más grandes crecerán nuestras acelgas.
Si optas por un abono natural, también puedes escoger estiércol. Y, respecto al fertilizante, puedes hacerlo tú mismo con cáscaras de plátano.
cuécelas durante unos minutos y deja infusionar. Cuando esté frío, ya tienes una perfecta agua de riego cargada de potasio y otros nutrientes.
Recolección de la Acelga
Cuando nuestras acelgas ya tengan un tamaño considerable, podemos comenzar la recolección. Además, como podemos hacer un cultivo escalonado con este vegetal, y una sola acelga cunde muchísimo, podrás tenerlas prácticamente durante todo el año.
A la hora de recogerlas, cortaremos las hojas de la zona exterior de la planta, aproximadamente un mes tras su trasplante, o unos 45 días después de la siembra.
Corta sólo las hojas exteriores y más grandes, y deja que la acelga siga creciendo y echando más hojas nuevas.
Cuando la planta ha cumplido su ciclo, podemos retirarla, o bien dejarla plantada y esperar a que florezca para conseguir nuestras propias semillas. Pero ten en cuenta que es una planta que florece en el segundo año de vida.
Asociaciones
Las acelgas de pueden cultivar con muchísimos otros vegetales. Con los que mejor asocia son el apio, cebollas, coles, coliflor, judías, lechugas, nabos, pimiento, rábano y zanahoria.
Sin embargo, evitaremos plantarla junto a espárragos, puerros o tomates.
Temporada óptima
La acelga, aunque depende de la variedad, es una verdura cultivada durante todo el año. No obstante, la mejor época para su consumo es de octubre a abril, prolongándose a veces a los meses de mayo, junio y septiembre.
La industria agroalimentaria ofrece acelga procesada de distintas maneras: cortada similar a la espinaca, fresca, en conserva o congelada; por pencas, por hojas o combinada con otros vegetales
Plagas y enfermedades de las acelgas
Otro de los puntos para tener en cuenta cuando tenemos nuestro huerto o queremos cultivar nuestra propia verdura en casa, es el tema de las plagas y las enfermedades. Es cierto que disponemos de multitud de productos químicos que nos pueden ayudar a combatir tanto plagas como enfermedades, pero siempre es conveniente utilizar remedios naturales. De esta forma estaremos cuidando tanto la salud de nuestro huerto como de la fauna que habita en él; además de nuestra propia salud.
Por ello, además de ver algunas de las plagas y enfermedades más comunes que pueden sufrir las acelgas, veremos cómo tratarlas y cómo prevenirlas con remedios completamente naturales.
El Pulgón (Alphis fabae)
Comenzamos por una de las plagas más comunes, tanto en las acelgas como en otros muchos cultivos y plantas. Se trata del pulgón, un pequeño insecto que podemos ver a simple vista, de color entre verde y negro, que se sitúa en el envés de las plantas y se alimenta de la savia de estas. Provoca un grande debilitamiento en las plantas, haciendo que las hojas amarillezcan. Una gran plaga de pulmón o, si no lo tratamos, puede provocar la muerte de la planta.
Cómo prevenir el pulgón
Como ocurre con todas las plagas, la mejor opción es prevenir. Para prevenir el pulgón en las acelgas podemos plantar aromáticas junto a las acelgas. Muchas plantas aromáticas, como el eneldo o el tomillo son un repelente natural para el pulgón. También hacen este mismo efecto diferentes flores como la caléndula o la flor capuchina.
Otro repelente del pulgón es el vinagre. Podemos hacer un repelente casero y totalmente natural mezclando 10 partes de agua por cada parte de vinagre. Esta mezcla la rociaremos en las plantas cuando no dé el sol. De esta forma evitaremos que el pulgón ataque nuestras acelgas.
Cómo combatir el pulgón si ya ha atacado a nuestras plantas
Si no hemos conseguido prevenirlo o hemos llegado tarde, tendremos que combatir esta plaga. Para ello como haremos una infusión con agua y dientes de ajo. Coceremos el agua con el ajo unos veinte minutos, y dejaremos infusionar de un día para otro. Pasado este tiempo pondremos la mezcla en un pulverizador y lo aplicaremos a las plantas hasta que la plaga remita.
Mildiu
El mildiu, más que un hongo se trata de un grupo de diferentes de hongos que parasitan nuestra planta provocándole una grave enfermedad. Podremos verlo ya que hace que las hojas se arruguen y aparezcan manchas entre blancas y amarillas llegando a tonos marrones en los casos más graves. También observaremos una especie de polvo en las hojas similar a la ceniza.
Remedios naturales para prevenirlo
Para prevenir esta enfermedad controlaremos el exceso de humedad. Nunca tendremos las plantas encharcadas en exceso.
Y, aunque las acelgas necesitan un abono rico en nitrógeno, un exceso de este también puede provocar la aparición de mildiu.
Cómo prevenirlo
A modo preventivo podemos hacer la infusión de ajo comentada anteriormente para tratar el pulgón.
Otra forma de prevenirlo es realizar un antifúngico casero a base de leche.
Mezclaremos ocho partes de agua por cada dos de leche desnatada. Además, a cada litro de la mezcla le añadiremos 20 g de bicarbonato sódico.
Cuando tengamos una mezcla homogénea la pondremos en un pulverizador y lo aplicaremos en las acelgas.
Cómo combatirlo
Si el Mildiu ya nos ha afectado a nuestras plantas de acelgas, lo primero que hemos de hacer es retirarlas hojas y partes dañadas.
Si las afecciones son muy graves, y las manchas son marrones en lugar de blanquecinas o amarillentas podemos plantearnos eliminar directamente toda la planta. De esta forma evitaremos de forma rápida que se contagien el resto de las plantas vecinas.
Pero si optamos por tratar la enfermedad, elaboraremos el mismo fúngico casero a base de leche que utilizamos anteriormente en su prevención.
La forma en la que lo aplicaremos será la siguiente: realizaremos una primera aplicación los dos primeros días. Tras esta primera aplicación repetiremos el proceso cada 15 días, siempre a última hora de la tarde para evitar que las hojas se quemen con el sol.
Babosas
Otra importante plaga que puede sufrir la acelga son las babosas. Además, a estos pequeños animalitos les encantan las hojas de acelgas. Y, si no ponemos control, pueden destrozarnos multitud de plantas.
Si nuestro huerto no es muy grande o bien tenemos nuestro cultivo en la terraza o en el jardín podemos controlar las babosas revisando las plantas cada día. Siempre que veamos alguna babosa merodeando en las plantas la retiraremos.
También contamos con algunos métodos caseros para prevenirlas o para eliminarlas. Pues dependiendo del terreno no siempre es posible revisarlo a simple vista.
Contamos con trampas 100% ecológicas, para caracoles y babosas, que funcionan base de cerveza. También podemos elaborar barreras a nuestras plantas con cáscaras de huevo picadas o con cenizas. Las babosas no las traspasarán, por lo que es una excelente protección para nuestras plantas.
Las acelgas en la cocina
Ahora que ya conocemos exactamente qué es la acelga y hemos visto todo acerca de su cultivo, vamos con la parte más conocida: las acelgas en la cocina.
Las acelgas son una verdura muy versátil en la cocina que quedan genial en multitud de guisos y platos, pues podemos incluirlas en todo tipo de recetas. Incluso si un ejemplares muy tiernos y jóvenes podemos consumirlos en crudo, por ejemplo, en ensalada.
Pero además de la hoja o la acelga completa, también encontramos la penca, que es la parte central del tallo de la hoja de acelga. Las pencas, si la acelga ha sido recogida en edad temprana, se puede consumir junto a la hoja completa; pero si son grandes también podemos hacerlas por separado. De hecho, encontramos estupendas recetas únicamente con pencas de acelgas.
Lo único que debemos tener en cuenta es que, si la hoja es demasiado grande, la penca puede llegar a amargar. Más adelante veremos cómo evitar este sabor amargo de algunas acelgas.
Otro detalle es que, si son grandes, la penca necesitará mayor tiempo de cocción que la hoja, por lo que es mejor hacerlas por separado.
Cómo elegir las más frescas
Antes de hacer nuestras recetas favoritas con acelgas, hemos de comprarla. Por ello, vamos a ver cómo escoger las mejores acelgas, y las más frescas del mercado.
Para comprobar que es un vegetal tierno y fresco, nos fijaremos en las hojas. Estás debes de ser tersas y contar con un brillante color uniforme. No deben tener ni agujeros ni manchas. Pues sería síntoma de que han sido atacados por algún insecto que tiene algún tipo de bacteria u hongo.
También evitaremos coger los ejemplares que tengan unas hojas demasiado grandes y ásperas, y unos tallos muy fibrosos. Pues estas suelen ser acelgas, que ya han florecido, o bien están a punto de florecer. Por lo tanto, su sabor no es el mejor.
Conservar las acelgas
Una vez llegamos a casa con nuestras acelgas, hemos de conservarlas en perfecto estado. En la nevera o frigorífico pueden aguantar entre 2 y 3 días, si las conservamos correctamente.
Para ello limpiaremos las hojas con un papel de cocina, nunca con agua, pues echarían a perder antes de tiempo, después las guardaremos en bolsas de plástico a las que previamente habremos puesto papel de cocina absorbente para evitar el exceso de humedad. Y, por último, nos guardamos en el cajón de las verduras que suele estar en la parte baja. Pero recuerda no dejarlas en la nevera más de 2 o 3 días, pues son verduras muy delicadas.
Congeladas
Si finalmente vamos a necesitar más tiempo hasta que cocinemos nuestras acelgas, nos queda la opción de congelarlas. De esta manera pueden aguantar en perfecto estado hasta 12 meses.
Lo único que tendremos en cuenta es que antes de congelarlas tenemos que escaldarlas. Esto quiere decir cocerlas durante un par de minutos en agua hirviendo. Tras hervirlas, ya puedes guardarlas en táperes o frascos, y, una vez se hayan enfriado, congelarlas. Recuerda etiquetar siempre tus congelados con el producto y la fecha de congelación.
Recuerda que, si las pencas son demasiado grandes, es conveniente que las guardes o congeles por separado. Pues, cuando las incluyas en tus recetas necesitarán un tiempo de cocinado mayor. O bien, puedes elaborar recetas diferentes con las pencas.
Y, por último, hacer conservas con las acelgas
Otra opción para que aguanten en perfecto estado durante meses es elaborar conservas caseras con las acelgas.
Ésta es una perfecta opción para conservar las acelgas si, por ejemplo, contamos con nuestro propio huerto y hemos recolectado gran cantidad.
Primero, lavaremos bien las acelgas. Una vez lavadas, las cortamos en porciones de bocado y las hervimos durante 10 minutos en una olla con abundante agua y una pizca de sal.
Una vez hervidas, vamos a guardar las acelgas en tarros de vidrio previamente esterilizados. Deja un centímetro del tarro sin cubrir, llena con el agua donde las hemos cocido, e incorpora una cucharada de jugo de limón.
Ahora sólo nos queda hacer el vacío en los tarros al baño María. Pon los tarros en una olla con suficiente agua como para cubrirlos, y hierve entre 20 minutos y media hora. Pasado ese tiempo, deja enfriar, etiqueta con el producto y la fecha, y guárdalo en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar.
Estas conservas pueden aguantar en perfecto estado hasta 12 meses.
Como quitar el sabor amargo de las acelgas
Aunque es cierto que no es lo más común, hay ocasiones, o bien si están demasiado crecidas, o ya han florecido, en que las acelgas pueden contar con un ligero sabor amargo que pueden echar a perder nuestros platos. Pero podemos eliminar este desagradable sabor de una forma muy fácil.
1 Lava las Acelgas con agua caliente para eliminar el amargor
Lavamos la acelga entera bajo el grifo, con agua caliente. Mientras tanto, iremos masajeando desde la parte exterior de la hoja hasta el tallo. Como si intentaras sacar este amargor hacia el tallo.
Repite el proceso y finaliza cortando parte del tallo de la acelga.
Una vez hemos cortado el tallo, continúa masajeando hacia la parte donde estaba el tallo que hemos cortado, unos minutos más, y lava de nuevo con agua caliente.
2 Otra opción para eliminar el amargor es cocinar las acelgas dos veces.
Tras la primera cocción, haremos una segunda, cambiando el agua. De esta forma se eliminará por completo todo el amargor de las acelgas.
3 Deja en remojo con vinagre de manzana
Pon las acelgas en remojo con un chorrito de vinagre de manzana. Deja así durante unos minutos para evitar que amarguen.
Cómo Cocinar las Acelgas
Podemos cocinar las acelgas de multitud de maneras; o incluso no hacerlo y tomarla en crudo en ensaladas, siempre que sean acelgas tiernas.
Pero podemos hacer guisos con ellas, cocinarlas al horno, al vapor, cocidas, salteadas… De todas las formas que imagines.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que no hay que cocinarlas en exceso, pues de lo contrario quedará demasiado reblandecida y se romperá en cuanto la toquemos con el cubierto.
Y, por si necesitáis algunas ideas para vuestras acelgas, aquí os dejamos algunas riquísimas recetas para incluir las acelgas en vuestra dieta.
Recetas con Acelgas
Por ejemplo, una de las mejores formas de comer acelgas, y que más gustará a todo el mundo, es en tortilla. Podemos incluirlas en la clásica tortilla de patatas: Tortilla de Patatas y Acelgas. O bien, podemos añadirlas en una sencilla y rápida Tortilla Francesa de Acelgas; una forma muy fácil de preparar una socorrida y saludable cena en cuestión de minutos. Y si por el contrario preferimos que las acelgas sean las completas protagonistas, siempre podemos hacer una Tortilla de Acelgas: sólo acelgas, huevo, sal y aceite. Para así, disfrutar al máximo de esta estupenda verdura.
Además de estas estupendas tortillas, contamos con muchísimas más opciones. Por ejemplo, podemos preparar unas riquísimas Acelgas Rehogadas con Patatas; o bien, unas acelgas al ajillo.
Si preferimos un plato aún más ligero, siempre podemos incluirlas en nuestros purés, como en esta riquísima y vistosa crema de acelgas.
Y, aunque son infinitas las recetas que podemos elaborar con acelgas, nos despedimos con esta tan original y divertida: Con unos Wraps de Pollo y Acelgas. La mejor forma para conseguir que todos en casa amen este ingrediente tan saludable.
Tipos de Acelgas
Aunque existe variedad según el tipo, no es un cultivo con demasiadas variedades. Las acelgas suelen clasificarse en función del color, tamaño de sus hojas y pencas, grosor de ésta…
Vamos a ver algunas de las más conocidas:
Acelga Amarilla de Lyon: Cuenta con hojas grandes, pueden llegar a medir hasta 10 cm; y bastante onduladas. Su color es de un tono verde amarillento, y las pencas muy blancas.
Acelga de Bressane. Cuenta con color mucho más oscuro que la anterior, aunque sus hojas también son muy onduladas y anchas.
Es una planta muy vigorosa.
Acelga China, también conocida como Pak Choy: Es de tamaño más pequeño. Y tiene una forma muy característica, bien distinta de las dos anteriores. Su tallo es blanco y las hojas de un color verde no muy oscuro.
Otras, como la acelga roja, que la caracteriza su penca entre rojo y morado. También encontramos las conocidas como acelgas arco iris, cuyas pencas son de diversos colores. Y todo ello sin olvidarnos de la Beta marítima, o acelga silvestre; la cual cuenta con un sabor más fino.
Remedios naturales con acelgas
Continuamos con los remedios naturales más populares elaborados a base de acelgas. Y es que es un alimento con tantos aportes beneficiosos para nuestro organismo; y utilizado durante siglos por sus propiedades medicinales; podemos encontrarlo en multitud de remedios naturales para combatir todo tipo de afecciones y dolencias.
Pues las acelgas cuentan con propiedades hepatoprotectoras, además son un potente antioxidante natural. A este alimento se le atribuye el alivio de alergias, de distintas irritaciones en vías digestivas, evita el estreñimiento… Incluso es bueno para la anemia.
Vamos a ver algunos de los remedios caseros que se le atribuyen:
- Para evitar la retención de líquidos: Licuamos unas cuantas hojas de acelgas junto un puñadito de fresas y un poco de agua de coco. Tomamos a diario.
- Contra el estreñimiento. Elaboraremos una infusión con un puñadito de hojas de acelgas. Cocemos durante 5 minutos. Tomamos una taza de este jugo todas las noches.
- Contra el dolor de oídos, machacaremos, en el mortero, una cuantas hojas de acelgas previamente lavadas hasta sacar el máximo jugo posible. Lo ponemos en un cuentagotas y aplicamos sobre el oído donde tenemos el dolor.
NOTA: Evita este remedio si sufres de tímpano perforado.
- Para tratar granos en la piel: Aplicaremos una mascarilla elaborada con unas hojas de acelgas licuadas, junto un apio, un rábano, y un pelín de agua. Aclara con abundante agua pasados unos minutos.
- Contra los orzuelos. El mismo agua de cocción que utilizamos para evitar el estreñimiento, si lo filtramos, podemos aplicarlo sobre el orzuelo, con el ojo cerrado, unas tres veces al día
Celebraciones y efemérides
No hemos encontrado que las Acelgas tengan su fecha en el calendario. Por lo que no podemos decir que haya un día de la Acelga. Únicamente, al parecer, se celebró, el 29 de Febrero del 2020, el Día del Acelga y la borraja en Cabanillas, en Navarra. Pero sólo hemos encontrado información sobre la celebración del 2020, por lo que no sabemos si es una tradición que continúa, o fue algo exclusivo de ese año, y no llegó a cuajar.
Por lo que, si eres un gran apasionado de la acelga, ¿Por qué no creamos el día de la Acelga?
Y con esto terminamos con las acelgas. Tras ver su origen e historia, usos en la cocina, beneficios, y todas las deliciosas recetas que os hemos propuesto con este saludable y delicioso alimento, no se nos queda nada en el tintero. Si te ha resultado útil, o quieres completar la información que aquí os mostramos, no dude en dejarnos tus comentarios, ideas, consejos, opiniones… ¡Nos encana leeros!
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