El otoño nos regala ingredientes únicos que transforman nuestra cocina en un festival de sabores y aromas. Uno de esos productos estrella son los níscalos, unas setas firmes y sabrosas que combinan a la perfección con otros ingredientes de temporada. En esta receta los unimos a las castañas, con su dulzura característica, y a la col, que aporta frescura y textura.
Este plato es una opción ideal para quienes buscan recetas reconfortantes sin complicaciones. Se cocina en una sola sartén y con ingredientes fáciles de encontrar en cualquier mercado en esta época del año. Además, es una receta versátil que puede servirse como plato principal o como acompañamiento de carnes o pescados.
Si nunca has cocinado níscalos, esta receta es una excelente forma de iniciarte en su preparación. Su sabor intenso y ligeramente terroso se potencia con el ajo y el pimentón, creando un guiso sencillo pero lleno de matices. Y no te preocupes si no encuentras níscalos frescos, porque también puedes utilizar níscalos congelados o en conserva sin perder demasiado sabor.
Sigue leyendo para descubrir cómo preparar este delicioso plato otoñal y disfrutar de una receta que, además de sabrosa, es nutritiva y saludable.
Receta de Níscalos con castañas y col
Para empezar, lo primero que haremos será preparar las castañas. Si las compras frescas, tendrás que cocerlas previamente para poder pelarlas con facilidad. Un truco es hacerles un pequeño corte en la cáscara y hervirlas unos 15 minutos antes de retirar la piel. Si prefieres ahorrarte este paso, puedes comprarlas ya cocidas, que te facilitarán mucho la receta.
Con las castañas listas, pasamos a cocinar los níscalos. En una sartén amplia, calentamos un buen chorro de aceite de oliva y añadimos ajo picado. Cuando el ajo comience a dorarse, incorporamos los níscalos limpios y troceados, y los dejamos cocinar a fuego medio. Estas setas sueltan bastante agua, así que dejaremos que se evapore poco a poco mientras se doran.
Cuando los níscalos estén en su punto, es el momento de añadir la col en tiras finas y las castañas. Incorporamos también una pizca de pimentón dulce y una hoja de laurel para dar más aroma al plato. Dejamos que todo se cocine a fuego lento, removiendo de vez en cuando, hasta que la col esté tierna y se integren todos los sabores. El resultado será un plato sabroso, con contrastes de texturas y un equilibrio perfecto entre el dulzor de las castañas y la intensidad de los níscalos.
Níscalos con Castañas y Col
Equipamiento
- Sartén grande Para saltear los níscalos y la col.
- Cuchillo Para trocear los ingredientes.
- Olla Para cocer las castañas.
Ingredientes
- 300 g Níscalos Limpios y cortados en trozos grandes
- 200 g Castañas Peladas y cocidas
- 300 g Col Cortada en tiras finas
- 2 cucharadas Aceite de oliva Virgen extra
- 2 dientes Ajo Picados finamente
- 1 cucharadita Pimentón dulce Opcional, para dar más sabor
- 1 hoja Laurel Para aromatizar
- Al gusto Sal y pimienta Para sazonar
Elaboración paso a paso
- Si las castañas no están cocidas, haz un corte en la cáscara y hiérvelas durante 15 minutos. Luego, pélalas y resérvalas.200 g Castañas
- En una sartén grande, calienta el aceite de oliva y añade los ajos picados. Sofríe hasta que estén dorados y luego incorpora los níscalos. Cocina a fuego medio durante unos 10 minutos, removiendo ocasionalmente.2 cucharadas Aceite de oliva, 2 dientes Ajo, 300 g Níscalos
- Incorpora la col en tiras y las castañas cocidas a la sartén. Agrega el pimentón, la hoja de laurel, sal y pimienta. Remueve bien y cocina a fuego lento durante 10 minutos más, hasta que la col esté tierna y los sabores se integren.300 g Col, 200 g Castañas, 1 cucharadita Pimentón dulce, 1 hoja Laurel, Al gusto Sal y pimienta
- Sirve caliente como plato principal o como guarnición. Acompaña con un buen pan rústico si lo deseas.
Notas
- Si prefieres un toque más ahumado, puedes usar pimentón de la Vera.
- Acompaña este plato con un vino tinto joven para potenciar sus sabores otoñales.
Información Nutricional
Productos recomendados para esta receta
Para que la receta salga perfecta y con el mejor sabor, aquí tienes algunos productos que pueden ayudarte en la preparación:
Sartén antiadherente de calidad: Al cocinar níscalos, es importante utilizar una sartén de buena calidad que permita que se doren sin pegarse. Una sartén con revestimiento antiadherente te facilitará mucho el proceso y evitará que las setas se cocinen en exceso con sus propios jugos.
Castañas cocidas: Si no quieres perder tiempo cociendo y pelando castañas, puedes optar por unas castañas ya cocidas y envasadas. Mantienen todo su sabor y son perfectas para esta receta sin necesidad de preparación previa.
Pimentón de la Vera ahumado: El toque de pimentón hace que este plato tenga un aroma irresistible. Si quieres un sabor más intenso, el pimentón de la Vera ahumado es una gran elección.
Cómo limpiar bien los níscalos
Los níscalos, al ser setas de bosque, suelen traer bastante tierra y restos de hojas. Para limpiarlos correctamente, evita sumergirlos en agua, ya que absorberían demasiado líquido y perderían sabor. En su lugar, usa un pincel de cocina o un paño húmedo para retirar la suciedad. Si están muy sucios, puedes pasarlos rápidamente por un chorro de agua y secarlos bien con papel de cocina.
Beneficios de los níscalos y las castañas
Este plato no solo es delicioso, sino también nutritivo. Los níscalos son ricos en fibra y antioxidantes, además de aportar proteínas vegetales. Por otro lado, las castañas son una excelente fuente de hidratos de carbono complejos y minerales como el potasio y el magnesio. La combinación de ambos ingredientes convierte esta receta en una opción saludable y energética, perfecta para los días más fríos.
Aquí os contábamos con más detalle los beneficios y propiedades de los níscalos.
Los níscalos con castañas y col son un plato sencillo pero lleno de sabor, ideal para aprovechar los ingredientes de temporada y disfrutar de una comida reconfortante. Si nunca has probado esta combinación, te animo a que la prepares y descubras lo bien que encajan estos sabores otoñales. Además, puedes acompañarlo con una copa de vino tinto y un buen pan rústico para completar la experiencia.
