¿Croquetas saludables? Sí, es posible. Y no solo posibles, sino absolutamente deliciosas. Las croquetas de calabacín y chía se están abriendo camino como una de las recetas más buscadas por quienes quieren cuidarse sin dejar de disfrutar. Tienen todo lo que nos gusta: una textura suave por dentro, ese crujiente irresistible por fuera y un sabor lleno de matices que te hará repetir.

En esta receta unimos dos ingredientes que forman un tándem perfecto: el calabacín, una verdura versátil, jugosa y baja en calorías, y las semillas de chía, pequeñas pero potentes, repletas de fibra, proteínas vegetales y ácidos grasos omega 3. ¿El resultado? Unas croquetas tan nutritivas como sabrosas, ideales para un picoteo saludable, una cena ligera o incluso como parte de un menú vegetariano equilibrado.
Además, estas croquetas no llevan huevo, son aptas para dietas sin gluten (si usas la harina adecuada) y pueden adaptarse fácilmente al horno o la freidora de aire para reducir aún más el uso de aceite. Lo mejor es que gustan a todo el mundo, incluso a quienes no suelen comer verduras. Si buscas recetas con chía fáciles, rápidas y resultonas, esta es una de esas que se quedan fijas en tu recetario.
La masa se prepara en menos de 15 minutos, sin complicaciones y sin necesidad de bechamel ni frituras pesadas. Solo necesitas calabacín rallado, unas cucharadas de chía remojada, un poco de harina para dar cuerpo y, si quieres, un toque de queso para intensificar el sabor. Lo mezclas todo, formas las croquetas y las cocinas como más te guste. Te lo cuento con detalle justo aquí abajo.
Receta de croquetas de calabacín y chía
Lo primero que hay que hacer es rallar bien los calabacines con su piel. Para que la textura de las croquetas sea óptima, es importante escurrir muy bien el agua que suelta el calabacín. Puedes ayudarte con un paño limpio o presionarlo con una cuchara en un colador. Ese paso es clave para que no te queden aguadas.
Mientras tanto, dejamos las semillas de chía en remojo con un poco de agua durante unos 10 minutos. Verás cómo se forma una especie de gel, perfecto para ligar la mezcla sin necesidad de usar huevo. En un bol grande, mezclamos el calabacín ya escurrido, la chía hidratada, un poco de ajo picado, sal, pimienta, harina de garbanzo (o de avena sin gluten si lo prefieres) y, si te apetece, un puñado de queso rallado. El queso es opcional, pero le da un punto muy sabroso que combina muy bien con la chía.
Con esa masa ya puedes formar las croquetas. Si ves que la mezcla está demasiado húmeda, añade un poco más de harina. Después, solo queda cocinarlas. Puedes freírlas en una sartén con un poco de aceite de oliva hasta que estén bien doradas, o hacerlas en el horno o en freidora de aire para una versión más ligera. Sea como sea, quedan crujientes por fuera y cremosas por dentro. Y si las acompañas con una salsa de yogur, de tahini o incluso una salsa de tomate casera, el resultado es redondo.

Croquetas de calabacín y chía
Equipamiento
- Rallador Para rallar el calabacín.
- Sartén Para sofreír y cocinar las croquetas.
- Bol grande Para mezclar los ingredientes.
- Cuchara Para formar las croquetas.
- Papel absorbente Para eliminar el exceso de aceite tras la fritura.
Ingredientes
- 2 unidades Calabacines medianos Rallados con piel y escurridos
- 2 cucharadas Semillas de chía Remojadas en 4 cucharadas de agua durante 10 minutos
- 50 g Queso rallado Tipo parmesano o curado, opcional para dar más sabor
- 4 cucharadas Harina de garbanzo Puede sustituirse por harina de avena sin gluten
- 2 cucharadas Aceite de oliva Para freír las croquetas
- 1 diente Ajo Picado finamente
- 1 cucharadita Sal Al gusto
- 1/2 cucharadita Pimienta negra Molida
Elaboración paso a paso
- Ralla los calabacines y colócalos en un colador. Presiona bien con una cuchara o trapo limpio para eliminar la mayor cantidad de agua posible.2 unidades Calabacines medianos
- En un pequeño recipiente, mezcla las semillas de chía con el agua y deja reposar durante 10 minutos hasta que se forme una especie de gel.2 cucharadas Semillas de chía
- En un bol grande, combina el calabacín escurrido, la chía hidratada, el ajo picado, la harina, el queso rallado, la sal y la pimienta. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.2 unidades Calabacines medianos, 2 cucharadas Semillas de chía, 50 g Queso rallado, 4 cucharadas Harina de garbanzo, 1 diente Ajo, 1 cucharadita Sal, 1/2 cucharadita Pimienta negra
- Con las manos o una cuchara, forma pequeñas croquetas del tamaño deseado. Si la mezcla está muy húmeda, puedes añadir un poco más de harina.
- Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio. Dora las croquetas por ambos lados durante unos 2-3 minutos o hasta que estén bien doradas. Retíralas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.2 cucharadas Aceite de oliva
- Sirve las croquetas de calabacín y chía calientes, acompañadas de una salsa de yogur, tahini o tomate si lo deseas.
Notas
Información Nutricional
Utensilios originales que te harán la vida más fácil (y darán ganas de cocinar más)
Si te animas a preparar estas croquetas de calabacín y chía, te recomiendo algunos utensilios prácticos y bonitos que te facilitarán la tarea y, además, harán que la presentación final sea un diez. Puedes encontrarlos online a buen precio, y muchos de ellos se convertirán en imprescindibles en tu cocina.
Rejilla de enfriado con bandeja recogegotas
¿Te gusta freír sin que todo se quede aceitoso? Una rejilla de enfriado con bandeja es perfecta para escurrir las croquetas recién hechas sin que pierdan el crujiente. También te sirve para usarla dentro del horno, si prefieres una cocción más ligera. Es práctica, limpia y ayuda a que no se reblandezcan.

Platos de cerámica rústica para servir croquetas
No subestimes el poder de una buena presentación. Un plato bonito hace que hasta unas simples croquetas luzcan de restaurante. Busca modelos con bordes irregulares o acabado artesanal: combinan genial con recetas caseras como esta y le dan ese toque especial que enamora.
Rallador de acero inoxidable de cuatro caras
Un rallador robusto y eficiente marca la diferencia. Si usas uno con diferentes grosores, podrás rallar el calabacín justo como necesitas, e incluso aprovecharlo para quesos, verduras duras o incluso pan seco. Hay modelos con mango antideslizante y base de silicona que se sujetan perfectamente a la encimera.
¿Puedo congelar estas croquetas de calabacín y chía?
Sí, y de hecho es muy recomendable si quieres tener siempre una opción rápida y saludable lista en el congelador. Lo ideal es formarlas, colocarlas sobre una bandeja forrada con papel de horno y congelarlas primero sin amontonar. Una vez congeladas, puedes guardarlas en una bolsa o tupper. Así no se pegarán entre sí y podrás sacar solo las que necesites. Se cocinan directamente desde el congelador, solo tendrás que añadir un par de minutos más de cocción.
Trucos para que no se deshagan al cocinar
El mayor temor cuando hacemos croquetas vegetales sin bechamel es que se rompan en la sartén. Para evitarlo:
- Escurre muy bien el calabacín: si queda agua, la mezcla no ligará bien.
- Hidrata la chía con el tiempo suficiente. Ese gel es clave para que todo se mantenga unido.
- No las muevas demasiado durante la cocción: deja que se doren por un lado antes de darles la vuelta.
- Si usas horno o freidora de aire, pincélalas con un poco de aceite para mejorar la textura.
Ideas para personalizarlas a tu gusto
Una de las ventajas de estas croquetas es que puedes adaptarlas con lo que tengas en casa. Puedes añadir zanahoria rallada, espinacas picadas, cebolla caramelizada o incluso sustituir parte del calabacín por berenjena. También puedes jugar con las especias: cúrcuma, curry, comino o pimentón ahumado le darán un toque diferente. Incluso puedes hacer una versión con un relleno cremoso de queso si buscas algo más gourmet.
¿Te animas a probarlas?
Estas croquetas de calabacín y chía son de esas recetas que una vez pruebas, repites. Porque no solo están buenísimas, sino que te hacen sentir bien. Son sencillas, versátiles y muy agradecidas. Perfectas para quienes buscan recetas saludables, sin renunciar al sabor ni al placer de comer algo casero. Y si te ha gustado esta receta, guarda esta página, compártela o cuéntame en comentarios cómo las personalizaste. ¡Me encantará leerte!
Pero si eres un auténtico fanático de las croquetas, no te marches sin echar antes un ojo a estas otras espectaculares recetas, como las Croquetas de Champiñón y Bacon, las clásicas croquetas de cocido caseras, o las de gambas al ajillo. ¿Con cuál te quedas?



