Bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos

¿Te gustaría disfrutar de un plato lleno de sabores mediterráneos, con ingredientes saludables y fáciles de conseguir? Entonces esta receta de bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos es justo lo que necesitas. El bacalao, uno de los pescados más versátiles, se combina a la perfección con los pimientos dulces y los garbanzos crujientes, creando un plato que es todo un equilibrio de texturas y nutrientes.

Bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos

Además, si te encanta incluir pescado en tu dieta, no te pierdas otras recetas deliciosas y saludables como nuestro Atún a la Sal, la Trucha adobada al horno o el irresistible Salmón al horno con miel y limón. Todas son opciones perfectas para quienes buscan platos llenos de sabor y beneficios para la salud.

Este plato no solo destaca por su sabor, sino también por lo fácil que es prepararlo. Con unos pocos pasos, tendrás una comida que parece salida de un restaurante, pero hecha con amor en tu cocina. La clave está en elegir buenos ingredientes y tratar cada componente con mimo, desde el bacalao jugoso hasta los garbanzos bien dorados. Prepárate para aprender cómo hacerlo perfecto.

¿Por qué elegir bacalao para tus recetas?

El bacalao es un pescado que ha ganado su lugar en muchas cocinas alrededor del mundo, y no es para menos. Este ingrediente es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, es bajo en grasas y aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales como el selenio, el fósforo y las vitaminas B. Todo esto lo convierte en una opción ideal para quienes buscan cuidar su salud sin renunciar al sabor.

Pero el bacalao no solo destaca por sus beneficios nutricionales. Su carne firme y jugosa lo hace muy versátil en la cocina. Puedes cocinarlo a la plancha, al horno, en guisos o, como en esta receta, combinarlo con verduras y legumbres para crear un plato completo y delicioso.

Otro punto a favor del bacalao es que, al ser un pescado blanco, su sabor suave combina con casi cualquier ingrediente. Desde especias intensas hasta acompañamientos dulces como el pimiento asado, siempre logra realzar el plato sin eclipsar otros sabores. Además, es fácil de encontrar en el mercado tanto fresco como congelado o desalado, lo que facilita su inclusión en tu dieta semanal.

¿Sabías que el bacalao tiene una larga historia en la gastronomía mediterránea? Desde tiempos antiguos, este pescado ha sido una pieza clave en muchas tradiciones culinarias, sobre todo en los meses de cuaresma. Su capacidad para conservarse en sal lo convirtió en un alimento básico en épocas donde la refrigeración no existía. Hoy, aunque los tiempos han cambiado, sigue siendo un favorito en muchas cocinas por su sabor y versatilidad.

Receta: Bacalao con Pimientos Asados y Garbanzos Fritos

Preparar este plato es más fácil de lo que parece, y el resultado vale la pena. Comienza con los pimientos rojos, que asarás en el horno a 200°C hasta que estén bien tiernos y ligeramente caramelizados. Este paso puede parecer simple, pero es la base de todo el sabor del plato. Una vez asados, colócalos en un recipiente con tapa para que suden, lo que hará que pelarlos sea pan comido.

Mientras los pimientos se enfrían, calienta una sartén grande con un poco de aceite de oliva virgen extra y sofríe los garbanzos cocidos. El truco para que queden bien crujientes es asegurarte de que estén completamente secos antes de freírlos. Cocina a fuego medio-alto hasta que estén dorados y crujientes, y resérvalos.

En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario y cocina los lomos de bacalao desalado. Colócalos con la piel hacia abajo primero, dejándolos unos 3-4 minutos por lado para que queden dorados pero jugosos por dentro. Retira y reserva.

Finalmente, añade los ajos picados a la sartén y sofríelos rápidamente antes de incorporar los pimientos en tiras. Sazona con sal, pimienta y pimentón dulce para darle un toque ahumado. Devuelve el bacalao a la sartén para que se impregne de todos los sabores. Sirve caliente, acompañado de los garbanzos fritos y espolvoreado con perejil fresco. ¡Un plato que te hará volver por más!

Bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos

Bacalao con Pimientos Asados y Garbanzos Fritos

Un plato lleno de sabor mediterráneo: bacalao jugoso acompañado de pimientos asados dulces y garbanzos crujientes. Ideal para cualquier ocasión especial o para disfrutar de una comida equilibrada y deliciosa.
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Tiempo de preparación 15 minutos
Tiempo de cocción 35 minutos
Tiempo total 50 minutos
Plato Cena, Plato festivo, Plato principal
Cocina Mediterránea
Raciones 4
Calorías 350 kcal

Equipamiento

  • Sartén grande Para freír los garbanzos y cocinar el bacalao.
  • Horno Para asar los pimientos.
  • Pinzas de cocina Para manipular el bacalao sin desmenuzarlo.

Ingredientes
 

  • 500 gramos Bacalao desalado Preferiblemente en lomos para un mejor resultado.
  • 3 unidades Pimientos rojos grandes Frescos y carnosos.
  • 250 gramos Garbanzos cocidos Escurridos y secos.
  • 2 dientes Ajo Picados finamente.
  • 50 ml Aceite de oliva virgen extra De buena calidad para resaltar los sabores.
  • 1 cucharadita Pimentón dulce Opcional, para un toque ahumado.
  • 1/2 cucharadita Sal Ajusta al gusto.
  • 1/2 cucharadita Pimienta negra Ajusta al gusto.
  • 1 cucharada Perejil fresco Para decorar al final.

Elaboración paso a paso
 

  • Precalienta el horno a 200°C. Coloca los pimientos rojos enteros en una bandeja de horno forrada con papel vegetal. Ásalos durante 25-30 minutos, dándoles la vuelta a mitad de cocción. Una vez asados, colócalos en un recipiente con tapa durante 10 minutos para que suden y sea más fácil pelarlos. Retira la piel, las semillas y corta en tiras.
    3 unidades Pimientos rojos grandes
    Bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos
  • En una sartén grande, calienta la mitad del aceite de oliva. Añade los garbanzos bien secos y fríelos a fuego medio-alto hasta que estén dorados y crujientes, unos 8-10 minutos. Retíralos y resérvalos.
    250 gramos Garbanzos cocidos, 50 ml Aceite de oliva virgen extra
  • En la misma sartén, añade un poco más de aceite si es necesario. Cocina los lomos de bacalao a fuego medio, con la piel hacia abajo primero, durante 3-4 minutos por cada lado. Retira y resérvalos.
    500 gramos Bacalao desalado, 50 ml Aceite de oliva virgen extra
  • En la sartén, añade el ajo picado y sofríelo rápidamente. Incorpora las tiras de pimiento asado y sazona con sal, pimienta y pimentón si lo deseas. Devuelve los lomos de bacalao a la sartén para que se impregnen de los sabores. Sirve acompañado de los garbanzos fritos y espolvorea con perejil fresco.
    2 dientes Ajo, 3 unidades Pimientos rojos grandes, 500 gramos Bacalao desalado, 1/2 cucharadita Sal, 1/2 cucharadita Pimienta negra

Notas

– Puedes usar bacalao fresco si lo prefieres, ajustando ligeramente el tiempo de cocción.
– Este plato se conserva bien en la nevera durante un día.

Información Nutricional

Calorías: 350kcal (18%)Carbohidratos: 20g (7%)Proteina: 30g (60%)Grasa: 15g (23%)Sodio: 900mg (39%)Fibra: 8g (33%)Azúcar: 5g (6%)Vitamina A: 50IU (1%)Vitamina C: 150mg (182%)Calcio: 8mg (1%)Hierro: 20mg (111%)
Keyword Bacalao, Bacalao con verduras, Cocina casera, Garbanzos fritos, Pimientos asados, Plato equilibrado, Plato mediterráneo, receta con garbanzos, Receta saludable, receta tradicional
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Herramientas imprescindibles para cocinar esta receta

Preparar este delicioso bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos es mucho más fácil y rápido si cuentas con los utensilios adecuados. Invertir en buenos accesorios de cocina no solo mejora el resultado de tus platos, sino que también hace que disfrutes más del proceso de cocinar. Aquí te dejamos tres productos que serán tus mejores aliados para esta y muchas otras recetas:

Sartén antiadherente de alta calidad: Los garbanzos crujientes y dorados necesitan una sartén que distribuya bien el calor y evite que se peguen. Una buena sartén antiadherente garantiza que todos los ingredientes queden en su punto y hace que la limpieza sea mucho más fácil.

Bandeja de horno con rejilla: Si prefieres asar los pimientos o los garbanzos en lugar de freírlos, una bandeja de horno con rejilla te ayudará a lograr un resultado más saludable. Además, es perfecta para hornear otros vegetales o pescados.

Marinador al vacío: Si optas por marinar el bacalao o algún sustituto como tofu o tempeh, un marinador al vacío acelerará el proceso y garantizará que los sabores penetren en el alimento de forma uniforme, ahorrándote tiempo y esfuerzo.

Con estas herramientas, no solo disfrutarás de esta receta, sino que también te facilitarán el trabajo en la cocina para que experimentes con otras combinaciones deliciosas. ¿Cuál vas a añadir a tu cocina?

Trucos para conseguir unos garbanzos crujientes y deliciosos

El secreto para conseguir garbanzos crujientes es asegurarte de que estén bien secos antes de freírlos. Si usas garbanzos de bote, escúrrelos y sécalos con un paño limpio.

Otro truco es no moverlos demasiado mientras se cocinan. Déjalos en la sartén sin removerlos constantemente para que se doren uniformemente. Usa un buen aceite de oliva y mantenlo a una temperatura media-alta para evitar que los garbanzos absorban demasiado aceite.

Variaciones de la receta de Bacalao con pimientos y garbanzos según tus gustos

Variaciones de esta receta según tus gustos

Una de las grandes ventajas de esta receta de bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos es su versatilidad. Dependiendo de tus preferencias, dietas específicas o simplemente de lo que tengas en la despensa, puedes adaptarla fácilmente y seguir disfrutando de un plato lleno de sabor y nutrientes.

Si buscas una opción vegetariana o vegana, puedes sustituir el bacalao por tofu firme o tempeh. Ambos ingredientes son excelentes fuentes de proteínas vegetales y tienen la ventaja de absorber bien los sabores de las especias y marinados. Para un resultado espectacular, corta el tofu o tempeh en filetes o cubos, y déjalos marinar durante al menos 30 minutos en una mezcla de salsa de soja, jugo de limón, ajo en polvo, pimentón ahumado y aceite de oliva antes de cocinarlos. Después, dóralos en la sartén hasta que estén crujientes por fuera y jugosos por dentro.

Si prefieres experimentar con otras proteínas, el pollo o el pavo también funcionan bien en esta receta. Usa pechuga o muslos deshuesados, corta en tiras y cocínalos en la sartén con un poco de ajo picado y especias antes de añadirlos a los pimientos asados. El resultado será un plato igual de reconfortante y delicioso.

Para quienes desean un toque más sofisticado, prueba incorporar mariscos como gambas o vieiras. Estas combinaciones añaden un toque especial y elevan el plato a nivel de restaurante. Cocina las gambas o vieiras rápidamente en la sartén con ajo y un chorrito de vino blanco antes de mezclarlas con los pimientos y los garbanzos.

Otra variación interesante es sustituir los garbanzos fritos por otras legumbres crujientes. Las lentejas crujientes son una opción sorprendentemente deliciosa. Para prepararlas, cocina las lentejas, sécalas bien y fríelas en aceite caliente hasta que queden doradas y crujientes. También puedes probar con alubias blancas fritas, que ofrecen una textura diferente pero igualmente adictiva.

Si te gusta experimentar con especias, esta receta admite infinitas combinaciones. Añadir un toque de comino o ras el hanout puede darle un aire más exótico, mientras que un poco de romero fresco o tomillo potencia el sabor mediterráneo. Si prefieres un perfil de sabor más picante, unas hojuelas de chile rojo o un poco de cayena en los garbanzos transformarán el plato.

Por último, si no tienes pimientos asados, puedes usar otros vegetales como calabacines a la plancha, berenjenas asadas o incluso alcachofas. La clave está en elegir ingredientes que aporten textura y sabor al plato. Cada una de estas variaciones le dará un giro único, manteniendo la esencia de una receta deliciosa y saludable.

Espero que te animes a preparar este delicioso bacalao con pimientos asados y garbanzos fritos. Es una receta llena de sabor y tradición que encantará a todos en casa. ¿Te ha gustado esta propuesta? Comparte tus impresiones o cuéntame cómo la adaptaste. ¡Nos vemos en la próxima receta!

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