La kombucha es una bebida natural elaborada a partir de la fermentación del hongo del té. Esta popular bebida, muy utilizada como sustituto natural de los refrescos es, además, muy saludable. Pues cuenta con importantes aportes para nuestro organismo, además de ser un gran aliado de nuestra flora intestinal. Además de sus múltiples beneficios, es una bebida con muchísimos siglos de historia. ¿Sabías que ya era utilizada como medicina natural hace más de 5.000 años? Si queréis conocer el origen y la historia de la Kombucha, acompáñanos por este viaje a través del tiempo.
Conoce todos los Beneficios y Propiedades que nos aporta la Kombucha.
Pero comencemos por el principio, para los que no conozcáis este fantástico probiótico natural:
¿Qué es la Kombucha?
La kombucha es la bebida resultante de la fermentación del té azucarado, producida por el hongo de té, también conocido como Skoby. El resultado es una bebida ligeramente efervescente y con unos toques entre ácidos y dulces. Para todos los que no la halláis probado, podría recordarnos ligeramente al sabor de la sidra.
Al igual que el kéfir, también es un probiótico natural. Pero en lugar de mantenerse en agua o leche, la kombucha se elabora con té azucarado. Puede elaborarse tanto con té verde como con té negro. Y, una vez lista, la bebida resultante es muy versátil, pues podemos saborizarla con muchísimos otros ingredientes.
Si tú también quieres probar esta estupenda bebida, perfecta para sustituir los tan poco saludables refrescos, aquí os contábamos cómo preparar kombucha en tu propia casa. Para ello, simplemente necesitarás hacerte con un Skoby, el hongo de la kombucha.
Y, una vez lo tengas listo, puedes saborizarla de multitud de maneras. Una de nuestras favoritas es la kombucha de naranja y jengibre. ¡Te sorprenderá lo fácil que es darle sabor a esta bebida!
Ahora que ya conoces más a fondo la kombucha, vamos a conocer su historia. Pues es realmente antigua. Y, desde tiempos inmemoriales, ha sido utilizada en la medicina natural para tratar multitud de dolencias y afecciones, sobre todo relacionadas con el estómago.
El Origen De La Kombucha: El Comienzo De Su Historia
Aunque no se conoce con certeza el origen de la Kombucha, muchos investigadores apuntan que podría haberse dado de forma natural. Como ha ocurrido durante toda la historia de la humanidad, la mayoría de los procesos naturales, como la fermentación de un té, como este caso, es normal que comenzasen de forma natural. Sin ninguna intención.
Quizá comenzase en cántaros de agua, los cuales, para que se dieran las condiciones oportunas, deberían tener algún tipo de aporte de azúcar, el cual podría haber sido aportado por algunas frutas. Y, para llegar al té (o, mejor dicho, acercarnos), nos faltarían los taninos, que muy probablemente serían procedentes por la infusión de las hojas que podrían haber caído al cántaro de agua.
Esta bebida es descubierta por el hombre
Según cuenta la historia de la Kombucha, los primeros pueblos en utilizarla, tanto como bebida como medicina natural, serían los pueblos de Asia. Aunque no conocemos con certeza quiénes fueron los primeros en descubrirla, sí sabemos cómo se hizo tan popular y comenzó a extenderse por toda Asia.
Sería en el año 414 a.C. en Japón. Cuenta la leyenda que el emperador de Japón Inkyo se encontraba muy enfermo debido a una serie de problemas digestivos que sufría. Cansado de probar multitud de medicinas y remedios, sus ayudantes consiguieron contactar con un importante y conocido monje tibetano. Muy conocido por su habilidad con las hierbas.
El moje tibetano, conocido como Kombu, ya conocía esta curiosa y saludable bebida que se producía tras la fermentación del té. E incluso la utilizaba como remedio natural para multitud de dolencias. Por lo que kombu fue a la corte del emperador con una buena tinaja de su brebaje especial.
A los pocos días de tomar esta bebida de forma regular, Inkyo comenzó a notar una enorme mejoría, hasta que finalmente sanó por completo. Muy agradecido con el monje y, deseando compartir este mágico brebaje con todo su pueblo, pidió a Kombu que preparase esta bebida para todo el mundo. Esto, junto a la fama que le dio curar al emperador, la Kombucha (el té de Kombu) comenzó a ser muy popular en la zona.
Y, aunque según esta leyenda, la kombucha comenzase su fama en Japón, como hemos visto, ya era conocida en Tíbet. Y, además, era utilizada en la medicina tradicional. Ésta sería, únicamente, la manera en la que comenzó a expandirse por el territorio.
Una Importante Bebida también para la Dinastía Tsin
Unos pocos años después de la historia de Kombu, la kombucha seguía ganando adeptos.
Para continuar con la historia de la Kombucha os vamos a China, en el año 221 a. C. En concreto, al Norte de China, en la región de Manchuria. El emperador chino Qin Shi Huang tenía una gran obsesión con alargar su vida. Por lo que ordenó a sus alquimistas que buscasen el elixir de la eterna juventud. Una bebida que impidiese que enfermase; que lo mantuviese joven eternamente; y que luchase contra la naturaleza del tiempo.
Con esta peculiar solicitud fue como el emperador Qin Shi Huang conoció la kombucha. Encantado con la mejoría que notó tras comenzar esta bebida y, muy posiblemente, confundido por el nombre que le daban algunos, llegó a la conclusión de que había descubierto por fin el té de la inmortalidad.
Sin embargo, muchos eran los que denominaban la Kombucha el té o la bebida de la inmortalidad. Pero no exactamente porque su consumo trajese la vida eterna. Si no, por la longevidad y facilidad de supervivencia de los microorganismos encargados de generar la Kombucha. A éstos es a quienes se atribuía esa “vida eterna” que tanto anhelaban.
Una bebida de Guerreros
¿Sabías que los Samuráis también tomaban Kombucha? Estos importantes y temibles guerreros japoneses acostumbraban a elaborar una bebida a partir de la fermentación del té gracias a un hongo (mismo proceso que sigue la Kombucha), ya que atribuían a esta bebida un gran aporte de energía para luchar en sus batallas.
La Kombucha y su historia Traspasas Fronteras
Como ves, en Asia esta bebida ha sido consumida desde hace siglos. Sin embargo, en occidente es una bebida muy moderna. Pues hace muy pocos años que es conocida. Para que esta bebida comenzara a ganar más fama fuera de sus fronteras, tendrían que pasar muchísimos años.
Y este viaje comenzaría en el siglo XIX. Cuando la Kombucha llega a Ucrania y Rusia gracias a la expansión de las rutas de comercio. Allí fue bautizada como Setas de Té. Así comenzaría su expansión. Pues fueron los rusos quienes llevaron la Kombucha a Europa, durante la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en este período, el azúcar y el té escaseaban. Y, sin té ni azúcar había kombucha.
Cuando finalizó la guerra esta bebida comenzó a ganar fama entre la aristocracia italiana. Donde su consumo comenzó a generalizarse entre las clases más altas, que podían acceder al té y al azúcar. De esta forma fue como la Kombucha arraigó en Europa. Y comenzó, poco a poco, a llegar y hacerse popular en más y más países.
Más tarde, alrededor del año 1960, se realizó un importante estudio en Suiza, en el cual la llegaba a comparar con los yogures. Este importante estudio fue clave para que cada vez más personas conociesen esta bebida y sus propiedades.
Y, Finalmente, la Kombucha Conquista el Mundo
Ya en los años 90 la Kombucha era mundialmente conocida, en parte, debido a la exaltación de sus beneficios para el organismo. Y es que, aunque cuenta con muchísimas propiedades y beneficios para nuestra salud, no es una bebida milagrosa.
Quizá, parte de esa exacerbada fama vino por cómo era conocida. Como ya os contamos anteriormente, la Kombucha era conocida como la “Bebida de la Inmortalidad”. Por supuesto, no fue bautizada así porque otorgase este don. Si no, porque la colonia microbiana o Zooglea que crea la Kombucha tiene una alta capacidad de regeneración.
Y con esto finalizamos la Historia y el Origen de la Kombucha. ¿La conocíais? ¿Sabíais que era una bebida tan antigua y tan arraigada en la medicina natural? Si os ha resultado interesante, recordad dejarnos vuestros comentarios, ideas, opiniones… ¡Nos encanta leeros!
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