El Gazpacho es uno de los platos estrella de nuestra gastronomía. Una receta emblemática conocida en todo el mundo. Sencilla, económica, rápida y, sobre todo muy nutritiva y saludable, es un plato muy completo, que lo tiene todo. Típico de Andalucía, ha adquirido con el paso del tiempo una fama mundial. Y es que, en verano, se convierte en un imprescindible para pasar el calor. Además, el gazpacho, al ser un plato tan humilde, cuenta con siglos de historia. Más de lo que nos podríamos imaginar. Por ello, hoy queremos conocer esta estupenda sopa fría más a fondo, descubriendo la historia y el origen del Gazpacho. ¿Nos acompañas?
Aunque seguro que todos lo conocéis, vamos antes a ver qué lleva este estupendo plato. Como decíamos, es una sopa fría elaborada con hortalizas, que puede ser más o menos espesa, dependiendo del gusto de cada uno. Se elabora en verano, tanto para la comida, como para la cena o simplemente para beber a cualquier hora. Y es que se trata de un plato muy nutritivo y muy saludable. El gazpacho se elabora con tomate como base; y además, lleva también pimiento verde, pepino, cebolla o cebolleta, ajos, aceite, vinagre y sal. En algunas casas también es muy común añadir un poco de pan del día anterior. Pero como decíamos, esto es cuestión de gustos.
Además es un plato de lo más versátil. Y gracias a la fama que ha ido adquiriendo con el paso del tiempo, cada vez encontramos más tipos diferentes de gazpacho. Pues podemos sustituir el tomate por cualquier otra verdura, o incluso por frutas. Si queréis ver algunas opciones, además de la receta original, para leer su historia con un buen vaso de gazpacho, aquí os las dejamos:
Origen e Historia del Gazpacho
Aunque es un icono de la dieta Mediterránea, y es muy popular de la cocina española, su origen se encuentra en Andalucía, por ello es conocido como Gazpacho Andaluz.
Pero, para llegar al gazpacho, tal y como lo conocemos hoy en día, tenemos que remontarnos siglos atrás, incluso antes de que Andalucía recibiese este nombre. Pues ya en el siglo I a.C. existen referencias a lo que, según se considera, sería el gazpacho primigenio. Y no consistía en otra cosa que un majao de pan desmigado, aceite de oliva y vinagre. Una mezcla que consumieron los campesinos del sur de la Península Ibérica durante siglos. Y la cual, ha derivado en multitud de versiones y platos distintos según la zona. Entre otros, el salmorejo y el ajo blanco.
Y es que, antiguamente, se denominaba Gazpacho a cualquier sopa que se elaborase sobre una base de un majao de pan, aceite y vinagre, entre otros ingredientes.
Pero, volviendo al Gazpacho Andaluz, no fue hasta el siglo XVI cuando se le añadió su ingrediente más característico: el tomate. Ya que este ingrediente, que hoy es la base de un buen gazpacho, junto al pimiento, no llegaron a nuestro país hasta el descubrimiento de América.
También fueron los campesinos andaluces, quienes, años más tarde (cuando se normalizó en cultivo de estas nuevas verduras) se lo añadirían al majao de pan y aceite.
El objetivo era hacer comestible las sobras de pan de días anteriores. Para ello, mezclaban el pan con aceite y vinagre; y, con las propias manos, lo estrujaban bien hasta ablandarlo. A esta mezcla incorporaban las diferentes verduras que lleva hoy en día, como tomate, pimiento, pepino, cebolla…
Otras formas en las que ha evolucionado el Gazpacho
Si recordamos que, en origen, se conocía como Gazpacho a cualquier elaboración que partía de la base de un majao de pan desmigado, aceite, vinagre y, normalmente ajos, no es de extrañar que existan multitud de tipos de gazpachos muy diferentes entre sí. Platos que comparten origen pero, que con el paso del tiempo, se han ido distanciando más unos de otros.
Vamos a ver algunos de los platos más característicos que comparten origen con el Gazpacho.
El primero en la lista no podía ser otro que el Salmorejo, el cual se elabora también con tomates, pero sin añadir el resto de hortalizas que incluye el gazpacho Andaluz. En el salmorejo, el pan no es algo opcional. Consiste en una sopa fría de tomate pero con una textura algo más espesa a la del gazpacho. Y como acompañamiento, se suelen servir picatostes de pan frito, jamón y huevo cocido.
Ajoblanco, típico también de la cocina andaluza y extremeña. Consiste en una sopa fría a base de almendras, ajo y pan. Una elaboración también de origen muy humilde, pero que tiene un resultado espectacular.
La Porra Antequerana, También conocida como porra fría. Se trata de otra elaboración típica de Andalucía, y consiste en una sopa de tomates, pan, pimiento rojo, ajos, aceite y vino blanco. Como ves, en la actualidad es más similar al Salmorejo que al Gazpacho. Pero el origen de ambos platos, no deja de ser un majao de aceite, pan y ajo.
El Rin Rán Extremeño o Pipirrana, un gazpacho sin triturar
Del antiguo Gazpacho donde los ingredientes se machacaban bastamente con las manos, o incluso se cortaban en pedazos grandes, también deriva el Rin Rán Extremeño (que nada tiene que ver con el Rin Rán de bacalao), más conocido como Pipirrana. Este refrescante plato utiliza los mismos ingredientes que en el gazpacho, pero cortados en daditos muy pequeños. No se trituran.
Después, se aliñan con un majao de ajo, comino y aceite, y se sirve con agua bien fría. Obteniendo como resultado una sopa riquísima, refrescante y muy saludable.
El pan se añade en trozos que se mojan en el agua, a modo de sopones.
Y, de los platos fríos más similares al gazpacho andaluz, pasamos a platos que, a simple vista, nada tienen que ver son su origen.
Sin embargo, también han derivado del primer gazpacho que sólo incluía pan y aceite.
Hablamos del Gazpacho Manchego, el cual comparte el origen del gazpacho en el majao de aceite, ajo y sal, aunque nada tiene que ver actualmente con la receta del Gazpacho Andaluz, como comentábamos. Mientras éste es un plato ligero, que se toma en frío, y elaborado a base de hortalizas, el Gazpacho Manchego se prepara caliente, y consiste en un guiso con carne de caza sobre el cual se desmenuzan las tortas del gazpacho, más conocidas como tortas cenceñas.
El resultado es un plato contundente, que ha de comerse bien caliente. Perfecto para los días de invierno, y, también, con un origen muy humilde, pues se elaboraba con cualquier tipo de carne que se hubiera podido cazar.
La historia del Gazpacho da la vuelta al mundo
Pero con una base tan sencilla y antigua, este tipo de elaboraciones no han quedado exclusivamente en nuestro país. Pues, en muchos otros lugares, encontramos recetas similares o que tienen como base nuestro Gazpacho.
Así, en uno de los países vecinos, en Italia, encontramos la Caponata Siciliana. Un plato que también comparte origen con nuestro gazpacho, aunque el resultado actualmente distancia mucho ambos platos. Pues consiste en un guiso elaborado con tomate y berenjenas
En Estados Unidos también encontramos gazpachos como sopas de tomate que pueden incluir desde gambas hasta carne de langosta.
En Perú encontramos la conocida como Sopa de Chicha Morada, elaborada con Chicha Morada, valga la redundancia. Esto es una bebida muy consumida allí, elaborada a partir de una especie de maíz morado típico de la zona.
Y vosotros, ¿conocíais el origen tan antiguo del Gazpacho? Si os ha gustado su historia, recuerda dejarnos tus comentarios, ideas, opiniones… ¡Nos encanta leeros! Y no olvidéis seguirnos en las redes sociales para estar al día de todas nuestras publicaciones. Nos puedes encontrar en Twitter, Facebook, Instagram y Pinterest.
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