Los boquerones en vinagre son uno de los aperitivos que más gustan en el terraceo de nuestro país. Están riquísimos, tiene un sabor espectacular y combinan a la perfección con una buena cerveza bien fría y un bol de patatas fritas. Además, hacerlos caseros es más sencillo de lo que puedas imaginar. No te pierdas esta receta para aprender cómo hacer boquerones en vinagre, además veremos un truco para saber la cantidades exactas.
Los boquerones en vinagre son simplemente lomos de boquerones macerados en vinagre y sal. Esta es la forma de cocinarlos, con el ácido del vinagre. Además se toman en frío, por lo que es un aperitivo perfecto para este tiempo tan bueno que ya tenemos encima. Acompáñalos con una cerveza bien fría y prepara un espectacular aperitivo.
Eso sí, procura no combinarlos con vino, pues no marida nada bien con el fuerte sabor del vinagre que tienen los boquerones.
Por otro lado, además de que es un aperitivo que apetece con el buen tiempo; la mejor época para comprarlos es entre primavera y verano. Pues es cuando este pescado cuenta con un sabor más intenso.
Una gran ventaja de prepararlos en casa es el precio. Pues si nos fijamos en lo que cuestan los boquerones con esta elaboración, sin duda sorprende su precio. Que comparado con lo que cuestan frescos y el precio de los pocos ingredientes que utilizaremos, es realmente excesivo.
Además prepararlos en casa es realmente sencillo. Pues aunque veas que son muchos pasos, no nos llevará más de 10 minutos cada uno. Solo hemos de organizarnos para respetar los tiempos de congelación, maceración y demás.
Otra gran ventaja de prepararlos en casa es que podremos elegir entre hacerlos más fuertes, con más sabor a vinagre, o algo más suaves. Además de su textura, en función de si los preferimos más blanditos o más tersos. Más adelante veremos algunos trucos para hacerlos a nuestro gusto.
Cómo hacer boquerones en vinagre
Esta receta es la que se ha utilizado toda la vida en casa. Pues es como siempre los ha preparado mi madre.
Limpiar los boquerones
Lo primero que hemos de hacer es limpiar los boquerones, o bien pedir al pescadero que nos los de limpios. Sin cabeza, ni tripas ni raspa.
Si nos toca limpiarlos a nosotros podemos hacerlo en poco tiempo con algo de paciencia. Para ello, quitaremos la cabeza, y en el dedo retiraremos las tripas a la vez que vamos abriendo los lomos del boquerón.
Por último, retiramos la cola y terminamos de separar los dos lomos, quitando también la raspa. Una vez limpio vamos a lavarlo muy bien bajo el grifo con agua fría.
Repetimos el proceso con todos los boquerones hasta haberlos limpiado bien y tener únicamente los lomos.
Congela de 2 a 4 días para evitar parásitos
Como no vamos a cocinar los boquerones al fuego, es muy importante que los congelemos. Cuando ya hemos limpiado bien los boquerones, los guardaremos en un táper hermético y los guardaremos en el congelador.
Tenemos que congelarlos mínimo durante 48 horas, aunque lo ideal es esperar unos 4 días para no correr ningún riesgo de contraer anisakis.
Aunque esto es imprescindible en cualquier elaboración que hagamos con pescado sin cocinar al fuego, como en este caso, os recomendamos hacerlo para cualquier elaboración. Pues este parásito solo muere en temperaturas por encima de los 60°C y por debajo de los -20°C.
Comenzamos con la preparación de los boquerones en vinagre
Cuando hayan pasado los 4 días desde que congelamos los boquerones, ya podemos comenzar a preparar nuestros boquerobes en vinagre.
Primero los descongelaremos subiéndolos a nevera. Así se descongelaran poco a poco de forma natural. E mejor dejarlos un día en la nevera mientras se descongelan antes que utilizar el microondas (nada recomendable para descongelar pescado) o antes que dejarlos a temperatura ambiente. Pues podríamos romper la cadena de frío y que se pusieran en mal estado.
Cuando se hayan descongelado por completo vamos a lavarlos de nuevo bajo el grifo. Y, de forma opcional, puedes blanquearlos para que queden mucho más vistosos y apetecibles. Aunque no es imprescindible sí que es recomendable; pues de esta forma haremos que también eliminen todas las impurezas y restos de sangre que hayan podido quedar después de limpiarlos.
Si optas por blanquear los boquerones, bastará con meterlos en un bol con agua muy fría y hielos. Los dejaremos así durante dos horas, en la nevera.
El macerado: mezcla de vinagre y sal
Ahora que tenemos los boquerones limpios, libres de cualquier posible parásito que pudieran traer, y además los hemos blanqueado, es hora de comenzar con la receta en sí.
El macerado de los boquerones se hace con agua, vinagre y sal. Más adelante veremos las cantidades, pero un truco para comprobar que las proporciones son correctas es que el boquerón flote justo en el medio de esta mezcla.
Cuando hemos mezclado los ingredientes y se ha disuelto la sal, pondremos un lomo de boquerón en el bol donde tenemos la mezcla; si flota en el medio, tiene la proporción exacta de vinagre y sal.
Si por el contrario flota muy en la superficie, la mezcla tiene demasiada sal. Podemos corregirlo añadiendo más vinagre. Si el lomo se hunde demasiado, la mezcla tiene demasiado vinagre, y lo corregiremos añadiendo un pelín más de sal.
Este truco os servirá si utilizáis las medidas que indicamos en la receta. Aunque más adelante veremos variantes para hacer unos boquerones más suaves. Pues tenemos muchísimas alternativas para hacerlos completamente a nuestro gusto.
En esta mezcla los tendremos desde 3 a 24 horas. Dependerá de la textura que queramos darle. Cuanto más tiempo los tengamos en el vinagre, más tersos quedarán. Si por el contrario los prefieres mas tiernos, déjalos menos tiempo. Será suficiente en cuanto los boquerones dejen de tener un tono rojizo. Entonces, sabremos que están «cocinados».
Y por último, servimos con aceite, ajo y perejil.
Cuando hayan macerado el tiempo suficiente, solo nos queda aclararlos ligeramente y guardarlos de nuevo por 24 horas más con aceite, ajo y perejil muy picaditos.
En este punto puedes optar por cualquier tipo de aceite, aunque recomendamos que sea un aceite suave, mejor de girasol, para no matar demasiado el sabor del macerado con vinagre.
Eso sí, cuando vayamos a servirlos pondremos un chorrito de aceite de oliva, que me quedará genial.
Ahora que ya hemos visto cada punto al detalle, vamos a ver el paso a paso
Receta de boquerones en vinagre
Esta receta es muy sencilla y utilizaremos muy poquitos ingredientes, por lo que compra boquerones de calidad.
Boquerones en vinagre, una receta de toda la vida
Ingredientes
- 1/2 Kg Boquerones
- 2 Vasos Vinagre de Jerez
- 4 Cdas Sal
- 1 Vaso Agua
- 3 Dientes Ajo
- Perejil fresco
- Aceite de girasol (para cubrir los boquerones)
- Aceite de oliva virgen extra (para servir)
Elaboración paso a paso
- Cuando compremos los boquerobes pediremos al pescadero que nos quite las cabezas, tripas y raspas. Si no, los limpiamos bajo el grifo, con agua fría, retirando tripas, cabeza y raspa. Aclaramos bien en agua fría y separamos los lomos.1/2 Kg Boquerones
- Si queremos blanquearlos los dejamos en un bol con agua helada y hielos durante 4 horas, guardado en la nevera.
- Escurrimos bien y guardamos en un recipiente hermético para congelarlos. Tras cuatro días en el congelador, los subimos a la nevera y esperamos a que de descongelen.
- En un bol amplio, mezclamos el vinagre, el agua y la sal. Mezclamos bien hasta que la sal se disuelva y comprobamos que las cantidades son correctas metiendo un lomo de boquerón. Si flota justo en el centro, está perfecto. Si flota en la superficie, añadiremos un poquito de vinagre hasta que flote en el medio. Si se hunde demasiado, añadiremos una pizca más de sal.2 Vasos Vinagre de Jerez, 1 Vaso Agua, 4 Cdas Sal
- Una vez hayamos comprobado las cantidades, meteremos todos los lomos y lo dejaremos en la nevera, tapado, entre 3 y 24 horas. Podemos dejarlo hasta 48 horas si nos gustan con una textura más tersa.
- Pasado ese tiempo, vamos a sacarlos y aclararlos ligeramente con agua. Los pondremos en un recipiente que podamos tapar, y colocamos todos los lomos con la piel hacia abajo. Cubrimos con aceite, de girasol preferentemente, ya que es más suave, e incorporamos bastante ajito y perejil, muy picados.3 Dientes Ajo, Perejil fresco, Aceite de girasol
- Dejamos de nuevo 24 horas. Y pasado ese tiempo, ya estarían listos para comer. Cuando vayamos a servirlos, sacamos los que queramos escurriendolos un poco el aceite, añadimos un poquito más de ajo y perejil y un chorrito de aceite de oliva. Y listos para degustar.3 Dientes Ajo, Perejil fresco, Aceite de oliva virgen extra
Información Nutricional
Gracias al cocinado que se produce con los ácidos del vinagre, y a la conservación posterior en aceite, estos boquerones aguantan en perfecto estado hasta una semana en la nevera. Siempre en un recipiente bien tapado.
Para servirlos no necesitamos nada más, pues solos están espectaculares. Pero si queremos currarnos el aperitivo, acompáñalos con unas tostas de pan, con patatas fritas de bolsa, o con unas aceitunas.
Boquerones en vinagre, más o menos intensos
En mi casa se han rebajado siempre con un vasito de agua únicamente. Pero si aún así os resultan demasiado fuertes puedes rebajarlo un pelín más para que tengan un sabor más suave.
También influirá en el sabor el tiempo que los tengamos macerando en el vinagre. Además de en la textura. Cuanto más tiempo estén, más fuerte sabrán y más tersa quedará la carne del boquerón.
Por el contrario, cuanto menos tiempo estén, más suaves sabrán y tendrán una textura más tierna.
Otra manera de darles un toque diferente es utilizar diferentes vinagres. En la receta hemos utilizado de Jerez, pero puedes utilizar cualquier otro, incluso vinagre de vino. Es cuestión de gustos.
¿Quieres darles un toque muy original a tus boquerones?
Cuando los sirvas, alíñalos con cualquiera de tus aceites aromatizados caseros. O bien prepara una vinagreta de cítricos (naranja, lima, limón…) para darles un toque único que sin duda sorprenderá. Y remata el picoteo o tu cena informal acompañando tus boquerones con unas patatas Alioli caseras, unas bravas, o cualquier otro aperitivo que te guste.
¿Os animáis a probarlos?
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Muy buenos, me traen unos recuerdos… Así los hacía mi padre, la receta tenía que ser parecidísima porque me han quedado casi iguales a cuando los preparaba él.