El atún es uno de los pescados más apreciados y, por ello, menos económico. Lo cual hace que, cuando compremos atún, sea del tipo que sea, sea de la mejor calidad posible. Y es que se trata de todo un manjar, sobre todo, ciertas especies de atún, como el atún rojo (uno de los más apreciados). Por ello, hoy queremos daros algunos consejos sobre cómo comprar atún fresco, diferenciarlo y comprobar que esté en óptimas condiciones. Vamos a verlo.
El atún es un pescado muy apreciado a nivel culinario. Cada vez se encuentra más en auge, pues es muy popular en diferentes gastronomías del mundo. Esto es debido a la jugosidad de su carne, a su increíble sabor y, sobre todo, a los múltiples beneficios que nos aporta el atún.
Además, es un pescado muy versátil que podemos utilizar en multitud de recetas y platos tan diferentes entre sí como unas croquetas de atún o el Tataki de atún.
También es cierto que, aunque es un pescado muy saludable, también existen algunas contraindicaciones. Pues al ser un pescado de gran tamaño puede contener pequeñas cantidades de mercurio; el cual resulta tóxico en grandes cantidades. Es por ello que se recomienda, como máximo, no comer atún más de dos veces a la semana. Aquí os contábamos todas las contraindicaciones y riesgos que puede tener un consumo excesivo de atún.
Pero como decíamos, estos riesgos existen si lo consumimos en exceso. De forma ocasional, el atún es un magnífico pescado que incluir a nuestra dieta, además, existen diferentes cortes y partes que son todo un manjar.
Por ello, vamos a ver cómo escoger bien el atún cuando lo compremos en la pescadería, y, sobre todo, cómo saber si está fresco.
Cómo saber si es atún fresco
Si queremos comprar atún fresco, es muy importante, primero, que nos fijemos en el etiquetado. Pues en muchas ocasiones podemos encontrar atún descongelado, que es más económico. Pero, no podremos volver a congelarlo, y contamos con menos tiempo para consumirlo. Además, si queremos una buena pieza de atún fresco, no queremos que haya sido descongelado.
Por ello, lo principal es fijarse bien en el etiquetado. Además, aquí encontraremos otra información como la especie de atún, su procedencia y el método de captura.
Pero además de fijarse muy bien en la etiqueta, tendremos que tener en cuenta otros aspectos para realizar una buena compra:
- Fíjate en que tenga una carne firme. Un signo inequívoco de la frescura de un pescado es que su carne sea firme y tersa. Esto quiere decir que ha sido capturado hace relativamente poco. Cuanto más tiempo pasa en la pescadería, la carne se vuelve más flácida y menos vistosa. Evita estos a toda costa.
- Evita las piezas que tengan una especie de babilla cubriéndolas. Pues es una clara señal de que no es un pescado fresco. Incluso podría estar comenzando a ponerse en mal estado. Si la pieza que quieres tiene esta especie de baba, pegajosa y transparente, cubriéndola, no la compres.
- El color es muy importante. Debe tener un color vivo, no apagado (sea del tipo de atún que sea).
Si es atún rojo, debe tener un rojo intenso, pero recuerda que también dependerá del corte y de la zona. Pues, la ventresca del atún rojo, debido a la cantidad de grasa de esta zona, tendrá un color más rosáceo.
- Fíjate también en que tenga ligeras vetas blancas, formadas por la propia grasa del pescado. Signo de que el pescado es fresco.
- Y finalmente, uno de los puntos más obvios pero que, podemos pasar por alto o no fijarnos bien: la pieza ha de contar con un agradable olor. Es lógico que si huele demasiado fuerte nunca lo compraríamos, pero fíjate, pues puede no ser tan alarmante y que lo pases por alto.
Esto son, a grandes rasgos, los aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de comprar atún fresco. De esta forma, podremos distinguirlo bien y compraremos siempre por cortes de calidad. Pero también es importante distinguir entre los distintos tipos de atunes, pues cada uno cuenta con características diferentes que nos pueden ayudar a seleccionar la carne, también en función del plato que queramos preparar con ello.
Y a la hora de cocinarlo…
Como decíamos, el atún fresco es todo un manjar. Por ello, igual de importante que saber diferenciarlo, es cocinarlo correctamente. Vamos con algunos consejos para no echar a perder nuestro atún fresco a la hora de cocinarlo:
Evita a toda costa cocinarlo en exceso. El atún cuenta con una carne de gran calidad, un sabor y textura que lo convierten en un manjar. Pero, si nos pasamos de cocinado, haremos que quede demasiado seco, cargándonos todo el atractivo del atún.
Si lo has comprado para congelar: es mejor que lo compres ya congelado, pues esto no quiere decir que sea de peor calidad ni esté peor. Pero recuerda siempre seguir las instrucciones para descongelarlo que el propio envase indica.
Y vosotros, ¿os gusta el atún? ¿Tenéis en cuenta estos detalles a la hora de comprarlo? Si os ha resultado útil, recordad dejarnos vuestros comentarios, ideas, consejos… ¡Nos encanta leeros!
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¡Hasta a Próxima!
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