El queso de cabrales es un tipo de queso azul elaborado en Asturias, en los Picos de Europa; y que cuenta con Denominación de Origen Protegida. Este queso se caracteriza por su sabor intenso y ligeramente picante. Una auténtica joya para los amantes del queso. Y aunque degustarlo solo es todo un manjar si te gustan los quesos fuertes, una buena salsa de cabrales casera es el acompañamiento perfecto para multitud de platos.
Hacer esta receta de sala de cabrales es súper sencillo y muy rápido. Quedará genial para mojar tus patatas gajo, para acompañar un buen solomillo de ternera o unas patatas fritas.
Así que si quieres probar esta espectacular salsa no te pierdas la receta, en sólo 10 minutos la tendrás lista.
Receta de Salsa de Cabrales casera
Y, si no te gustan las salsas muy fuertes pero no quieres dejar de probar esta delicia, puedes rebajar ligeramente su sabor reduciendo la cantidad de cabrales y combinándolo con algún otro queso con un sabor más suave.
Salsa Cabrales
Ingredientes
- 200 q Queso Cabrales
- 400 ml Leche Entera
- 1 Cda Mantequilla
- Sal
- Pimienta Blanca
Elaboración paso a paso
- Comenzamos poniendo en una pequeña olla o cacerola, la cucharada de mantequilla, a fuego medio-bajo. Dejamos que se funda. Mientras tanto, cortamos el queso en dados para que se derrita más fácilmente.
- Cuando la mantequilla se haya fundido. Añade el queso y ve moviendo hasta que comience a fundirse. Añade entonces la leche y cocina hasta que tenga la textura deseada.
Notas
Información Nutricional
Como ves, es súper sencilla y muy rápida. Y si quieres ver otras riquísimas salsas con queso, prueba la Salsa de Queso Cheddar o la salsa de Yogur y Queso Crema. Mucho más suave pero perfecta para acompañar también multitud de platos.
La Leyenda del Cabrales
Como todos los populares alimentos, el cabrales también cuenta con su propia leyenda. Además es una leyenda muy romántica.
Se dice que un joven pastor elaboraba quesos y los dejaba madurar en una cueva. En una de sus rutas se cruzó con una joven y hermosa pastora a la que nunca había visto antes. El joven enseguida quedó prendado de la belleza de la muchacha. Pronto se enamoraron y el pastor se olvidó de sus quesos.
Meses después, paseando de la mano de su amada por alguna de las rutas de los Picos de Europa se toparon con una cueva que enseguida hizo recordad al pastor sus quesos. Corrió apresurado a comprobar su estado, ya dando por perdida aquella leche. Al ver que los quesos habían adquirido una curiosa tonalidad azulona, pero no parecían estar en mal estado, la pareja decidió probarlo. Ambos se asombraron del maravilloso y potente sabor que tenían sus quesos. Continuaron madurándolos de esta forma, guardándolos en cuevas durante largos meses, y así popularizaron este riquísimo queso, naciendo el Cabrales.
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Como asturiano qué voy a decir! Una salsa riquísima hecha con el mejor queso que hay!